La
situación política del régimen, la
censura aún existente y las secuelas de la Guerra
Civil dio lugar a un movimiento cinematográfico en
el que sus directores intentaron realizar una crítica
elíptica y metafórica debido a la existencia
de la censura, sin embargo se trataba de una crítica
más punzante que llegaba a una audiencia muy amplia.
Este
nuevo enfoque de cine, que comprende películas de
género así como cine de autor, apunta el común
denominador de su voluntad de discurso antifranquista. Pero
muestra también lógicas divergencias: en primer
lugar, el segmento de público al que va dirigido,
lo que supone una explotación diferente en le caso
de los films de autor. En segundo lugar, las estrategias
de producción, que difieren según sean productores
independientes -Querejeta- o profesionales del cine de género-
José Frade-. Asimismo existen diferencias de estilos
e ideologías entre directores y los films dirigidos.
Este
nuevo enfoque fue el resultado de un cambio sociológico
en la audiencia que esperaba nuevos contenidos de las películas.
O quizá en un contexto político diferente,
en el cine español del tardofranquismo y de la transición
democrática se operó un proceso simialr al
que había tenido lugar en varios países europeos.
Se trataba de un cine que se había caracterizado
por su capacidad para conectar, por sus temas, por la ruptura
respecto al encasillamiento genérico propio del cine
comercial, por su novedosa forma de narrar, con el nuevo
espectador: joven, universitario y de clase media. Además
se le agrega la intención política, siendo
capaz de hablar de tú a tú a su espectador.
Sin
duda la figura principal de este cine fue Elías Querejeta,
quien produjo El espíritu de la colmena, La prima
Angélica, Cría cuervos, Pascual Duarte, El
desencanto.
Del
cine metafórico, Saura fue el máximo exponente,
y continuó en este periodo con su reflexión
sobre las implicaciones que el franquismo tuvo sobre la
sociedad española, analizando sobre todo su influencia
desde la óptica de la clase media. Su film más
contencioso con la censura fue La prima Angélica
(1972). Con Cría cuervos (1975), el director
decide centrarse en el microcosmos de una niña que
vive en un sofocante ambiente familiar, salpicado de referencias
históricas y contextuales concretas.
Furtivos
(1975), de José Luis Borau, fue otra de las grandes
películas de la época. Se trataba de una película
de género conducida y planteada como una metáfora
prítina con la violencia como norte y sentido.
El
desencanto (1976) de Jaime Chávarri, es un documental
sobre la familia superviviente de uno de los poetas oficiales
del franquismo, Leopoldo Panero. A través de las
declaraciones de su viuda y de sus hijos, Chávarri
nos muestra las contradicciones y la sordidez de la familia
franquista.